viernes, 29 de octubre de 2010

RIELES PARA OBRAS EN EL BELGRANO


Durante el segundo semestre de 2010, el Puerto de Rosario ha sido protagonista de una actividad inusitada, como resultado del desembarque de alrededor de 20.000 toneladas de rieles nuevos adquiridos por el Estado Nacional para su utilización en obras de renovación de vías del Ferrocarril General Belgrano. Estos rieles fueron estibados provisoriamente en las instalaciones portuarias y han sido progresivamente despachados a su destino mediante formaciones ferroviarias especialmente preparadas al efecto.


El material en cuestión fue transportado por vía marítima desde el puerto polaco de Gdynia, y consiste en rieles tipo Vignole (”T” invertida) de perfil 54 E1 y 54,77 kilogramos por metro lineal, cada barra contando con una longitud de 18 metros. Para facilitar su manipulación, se encuentran agrupados (mediante zunchos metálicos y con el uso de separadores de madera) en paquetes de cinco unidades que totalizan un peso de cerca de 5 toneladas.


Los trenes que conducen las expediciones de rieles, circulan entre dos y tres veces por semana, por lo general aprovechando los viajes entre Patio Sorrento y Puerto Rosario que son habitualmente dedicados a las cargas de exportación (usualmente azúcar cruda, cereales u oleaginosas). Desde Sorrento son encaminadas al Norte siguiendo el mismo trayecto que estos despachos, aunque en el sentido contrario, hasta alcanzar los sitios de acopio preestablecidos.
Las obras que tienen como destinatarios estos rieles, fueron licitadas por la Administración de Infraestructuras Ferroviarias S.E. (ADIF) durante el año 2009 y dieron inicio alrededor de mediados de 2010. Se trata de cinco sectores seleccionados en razón de estado de conservación, pertenecientes al corredor troncal del Ferrocarril General Belgrano que tiene su extremo en la localidad salteña de Joaquín V. González (cabecera a su vez del Ramal C.18 hasta Pichanal, en proximidades de Embarcación), y que pasando por Avia Terai (Chaco) y las localidades santafesinas de Tostado y San Cristóbal, tiene su terminal en Rosario. El Tramo número 1 comprende 40,5 kilómetros entre Los Pirpintos y Río Muerto (Provincia de Santiago del Estero), el número 2, con 38 kilómetros, se extiende entre Río Muerto y Los Frentones (Chaco), mientras que el tercero se extiende en esta misma provincia por 36 kilómetros, entre Pampa del Infierno y Avia Terai. Estos tres tramos están situados en el Ramal C.12 (Metán-Avia Terai), mientras que los otros dos, emplazados en la Provincia de Santa Fe, comprenden el Tramo número 4, de 47 kilómetros de extensión, en el ramal F.1 entre las estaciones Coronda y Monje, y el número 5 sobre la línea C., con cerca de 43 kilómetros entre las estaciones Naré y Villa Saralegui.
Totalizando unos 204 kilómetros, los trabajos sobre estos cinco tramos se extenderán durante alrededor de un año y medio, y comprenden el desarme de la vía existente y disposición de los materiales recuperados, la conformación de la nueva subrasante y perfil transversal, el armado de la nueva vía (constituida por rieles largos soldados, con durmientes de hormigón pretensado monobloque a razón de 1.540 unidades por kilómetro y fijaciones elásticas), balastado con piedra con una profanidad mínima de 30 centímetros bajo los durmientes, colocación de caños transversales de PVC reforzado, la puesta a punto de los aparatos de vía afectados y la renovación de pasos a nivel, tanto pavimentados como de tierra. El dimensionamiento de materiales y conjunto se hizo en previsión de una carga máxima por eje de 22 toneladas y una velocidad máxima de 90 km/h, y solamente se prevé el uso de durmientes de madera en puentes y alcantarillas de tablero abierto, así como en los pasos a nivel. También se renovarán o ejecutarán nuevos conjuntos encarriladores en la totalidad de puentes y alcantarillas de cualquier tipo.



Manifestamos nuestro beneplácito por la realización de estos trabajos, que no tienen antecedentes en los últimos treinta años tanto por su carácter como magnitud, y hacemos fervientes votos para que se extiendan sobre la totalidad de nuestra red férrea, con la convicción que se estará haciendo a la vez un acto de estricta justicia, como una sensata inversión en infraestructura, que tantos años lleva retrasada en nuestro medio y que repercutirá de manera inmediata en el mejoramiento de la calidad de vida y bienestar de la Comunidad.